Elton es un pastor belga Malinois de 13 años, con más de una década rastreando con su olfato y participando en algunos de los operativos de búsqueda más complejos del Instituto Armado. Colaboró en más de 500 investigaciones, y llegó a aportar la prueba de un asesinato detectando una sola gota de sangre.
Elton siguió el rastro de Diana Quer, Marta del Castillo, Yéremi Vargas y el niño Gabriel Cruz, entre otros, casos en los que apenas había pistas, pero en los que el perro logró abrir algunos caminos que los agentes no encontraban.
Para ejercitar su olfato, sus entrenos consistían en localizar restos de sangre, de semen o de fluidos vaginales en muchos casos con seis o siete años de antigüedad, y es capaz de distinguir si la sangre es humana o de un animal: “Encontrar un cuerpo enterrado es sencillo, lo difícil es hallar pequeñas trazas o restos de sangre de años que nos permitan esclarecer un homicidio”, asegura Juan Manuel Sánchez, su guía durante 12 años y su actual cuidador.
Se trata de uno de los perros especialistas en rastreo, adiestrado por el equipo cinológico de la Guardia Civil desde los 11 meses. El término "adiestrado" quizá se queda corto, porque desde que entra en el cuerpo, todo perro constituye un binomio inseparable con el agente. Una vida en común que, además de profesional, tiene mucho de amistad.
En toda una vida al servicio de la Guardia Civil, el animal se ha ganado el afecto de los agentes, tal y como lo demuestra un pequeño homenaje con una placa y un mensaje en Twitter de la Guardia Civil, en el que destacan la importancia de su labor para resolver casos de gran dificultad.
Elton hace semanas que ya disfruta de su jubilación y descansa en casa del que fue su guía y junto a Marley, el perro que le ha tomado el relevo en el cuerpo policial.
Enhorabuena, Elton. Un retiro más que merecido.